Así mismo es señores las mujeres, que somos aquellas que traemos vidas al mundo nos vemos constantemente amenazadas por unos abusadores que, por el simple de que no queramos estar una relación con ellos o por cualquier otra causa, nos mata. Sea cual sea la causa, nadie tiene el derecho de quitarle la vida otro ser humano.
Trasladémonos al 2019 donde todas las noches me sentaba a ver los noticieros en la sala de mi casa donde solían aparecer hasta 3 feminicidios en un solo día. Luego que llego la pandemia, todo se fue aplacando al instante. Pero, ¿siguieron los feminicidios? Es algo de lo que no tengo pruebas, pero tampoco dudas.
La mayoría de los hombres que hay en este país tienen un rango muy alto de masculinidad tóxica, los cuales ven a las mujeres como un simple objeto del cual quieren tener el rotundo control, y no señores las mujeres somos las únicas capaces de traer vidas humanas al mundo, siempre y cuando estemos en pleno consentimiento de hacerlo.
Lo que yo me pregunto es: ¿cómo posible que en la cámara de diputados de este país a la hora de imponer una ley que tenga que ver con los derechos de la mujer haya tantos hombres? ¿Acaso sufren ellos lo mismo que sufrimos nosotras? ¿Acaso sienten ellos miedo de salir a la calle? Claramente sabemos que no.
Y para concluir, da pena que en este país en muchas oficinas destinadas para la atención de las denuncias por acoso, no toman con la debida seriedad y no activan los mecanismos de alerta y prevención, mucho menos de protección para salvaguardar la vida de las mujeres que vivimos en esta nación.
