San Cristóbal, RD. - El don de lenguas es un fenómeno que ha sido discutido y debatido en diversas comunidades religiosas a lo largo de la historia. Sin embargo, la pregunta persiste: ¿realmente existen personas con esta capacidad?

El don de lenguas, conocido también como "glosolalia", se refiere a la capacidad de hablar en idiomas desconocidos para el hablante, usualmente en un contexto religioso. Este fenómeno es mencionado en textos bíblicos, especialmente en el Nuevo Testamento, donde los apóstoles hablan en lenguas tras recibir el Espíritu Santo.

Investigadores y teólogos han explorado esta capacidad desde diferentes ángulos. Desde una perspectiva religiosa, muchos creyentes consideran que el don de lenguas es una manifestación divina, un signo de la presencia del Espíritu Santo. En contraste, la ciencia busca explicaciones neurobiológicas y psicológicas para este fenómeno.

Estudios neurológicos han mostrado que durante episodios de glosolalia, se activan áreas del cerebro relacionadas con el lenguaje y la emoción. Sin embargo, aún no se ha encontrado evidencia concluyente que demuestre que estas personas están hablando en un idioma real y estructurado. Algunos expertos sugieren que la glosolalia podría ser una manifestación de estados alterados de conciencia, similar a experiencias de trance.

El antropólogo Felicitas Goodman, en su estudio sobre la glosolalia, observó que este fenómeno no es exclusivo del cristianismo y puede encontrarse en diversas culturas y religiones alrededor del mundo. Esto sugiere que el don de lenguas podría ser una expresión universal de la espiritualidad humana, más allá de cualquier contexto religioso específico.

Aunque la ciencia aún no ha validado plenamente la existencia del don de lenguas como un fenómeno lingüístico real, la experiencia y el testimonio de aquellos que lo practican continúan siendo una poderosa evidencia para las comunidades de fe. La búsqueda de respuestas sobre este fenómeno continúa, manteniendo vivo el debate entre la fe y la ciencia.