En el intrincado universo de las relaciones humanas, la ciencia ha desentrañado un secreto que muchos intuían, pero pocos habían probado con rigor: el humor compartido es un ingrediente esencial en la felicidad de las parejas.

Un estudio dirigido por el psicólogo Jeffrey Hall, de la Universidad de Kansas, examinó décadas de investigaciones sobre la dinámica relacional y concluyó que las parejas que se burlan entre sí con afecto tienden a experimentar una mayor satisfacción en sus vínculos amorosos. Según Hall, “lo que hace que una relación funcione es encontrar una pareja que coincida con tu sentido del humor”, enfatizando que la complicidad en la risa se traduce en una conexión más sólida y duradera.

Los hallazgos de Hall han sido respaldados por investigaciones de la Universidad de Martin Luther Halle-Wittenberg, en Alemania, donde psicólogos determinaron que quienes disfrutan de bromear con sus parejas —e incluso de reírse de sí mismos— construyen relaciones más satisfactorias. En contraste, las personas que temen ser blanco de burlas suelen enfrentar vínculos más frágiles y conflictivos.