Un penetrante olor satura los alrededores de la zona cero, donde la trágica explosión cobró la vida de al menos 34 personas en la provincia San Cristóbal. La zona devastada ahora también enfrenta la presencia preocupante de gusanos y moscas que invaden las aceras y bordillos.

A pesar de las circunstancias, los trabajos de demolición aún no han comenzado, a pesar de las afirmaciones previas del alcalde provincial, José Montás, de que se iniciarían el miércoles. Mientras tanto, el abogado de la familia Vidal califica de "montaje" y "circo" las acciones de las autoridades del Ministerio Público y la Policía Nacional, argumentando que Edward Vidal se presentó ante la fiscalía para declarar sin oponerse en ningún momento, cuestionando así la necesidad del allanamiento a su residencia.

El abogado afirma que el informe preliminar del Cuerpo de Bomberos de la provincia San Cristóbal es "una total mentira, disparate y manipulación". Según él, no había concentración de gases en el lugar y ya no se estaban llevando a cabo operaciones de trabajo en ese momento. También sostiene que la empresa tenía ventilación hacia cuatro puntos y que las escuelas cercanas estaban protegidas con hierros, permitiendo que cualquier gas presente se disipara.

Hasta ahora, el Ministerio Público responsabiliza a los propietarios de Vidal Plast, una de las empresas afectadas, por la explosión. Tres personas, Edward Vidal, Maribel Sandoval y Carolina Vidal, la hija de ambos, están bajo detención en la Dirección Regional de la Policía Nacional mientras se lleva a cabo la investigación.

A medida que continúa la investigación y se enfrentan los retos de la limpieza y reconstrucción, la comunidad de San Cristóbal se une en la búsqueda de respuestas y soluciones para superar este devastador incidente.