El pasado sábado, un trágico incidente cobró la vida de Francisco Pérez, un joven de 17 años de edad residente de Los Asises, Sainaguá, en San Cristóbal, República Dominicana. Francisco había predicho su propia muerte en un mensaje de texto a través de la aplicación Messenger.

En la conversación por Messenger, una persona le mencionó su próximo cumpleaños, que coincidía con el día de su fallecimiento. La respuesta de Francisco fue impactante: "Dique el sábado, nadie sabe si estoy muerto para ese día". Estas palabras resultaron ser premonitorias, ya que el sábado de su cumpleaños fue precisamente el día en que perdió la vida.

El joven Francisco Pérez se encontraba emocionado por su cumpleaños y por una excursión organizada por su iglesia con destino a Las Marias, en Neyba. Sin embargo, lo que debería haber sido un día de celebración se convirtió en una tragedia cuando Francisco se ahogó en circunstancias que aún no han sido completamente esclarecidas. Según relatos, el joven, sintiendo mucho calor, decidió ingresar al agua con toda su ropa puesta.

Este triste suceso ha conmovido a la comunidad de San Cristóbal y ha dejado a la familia y amigos de Francisco Pérez devastados por su pérdida. Aunque sus palabras premonitorias pueden parecer sorprendentes, su deseo expresado previamente de que no quería ver a nadie llorando cuando muriera y que le echaran cerveza en su caja refleja su deseo de que su partida fuera recordada con alegría y celebración en lugar de tristeza.

Las circunstancias exactas de su muerte aún se están investigando, y este trágico incidente sirve como un recordatorio de la fragilidad de la vida y la importancia de tomar precauciones en actividades acuáticas para prevenir accidentes. La comunidad lamenta profundamente la pérdida de este joven, que tenía toda una vida por delante.