El rostro de Yanny Florentino Corniel, de 48 años, refleja una profunda angustia y dolor. Los últimos días marcaron un giro inesperado en su vida cuando su hogar en Lavapiés, provincia San Cristóbal, colapsó ante las lluvias desencadenadas por un disturbio tropical el fin de semana pasado.

Yanny, cuidando a un familiar en la provincia Samaná en ese momento, recibió una llamada de sus tres hijos adultos. A través de una videollamada, presenció la escena desgarradora: su hogar desapareciendo bajo las aguas desbordadas del río Nigua. La fuerza de la naturaleza no solo se llevó su casa, sino también sus recuerdos, pertenencias y la estabilidad que con tanto esfuerzo había construido.

Actualmente, refugiada en la casa de una hermana, Yanny enfrenta la incertidumbre. Lejos de la tranquilidad y seguridad que alguna vez conoció en su hogar, se encuentra desprovista de dinero, ropa y todas sus posesiones personales. "Lo perdí todo en cuestión de minutos", confesó con la voz entrecortada.

En medio de su tragedia, lanza un llamado desesperado para recibir ayuda de las autoridades y reconstruir un espacio para ella y sus hijos. "Necesito ayuda. No tengo nada. Mi vida cambió en un instante, y ahora estoy buscando reconstruir lo que la lluvia se llevó", expresó con urgencia.

Solidaridad en acción: comunidad se une para ayudar

A pesar de la desolación, la solidaridad se ha convertido en un faro de esperanza para Yanny. Vecinos y amigos se han movilizado rápidamente para brindarle apoyo en estos momentos difíciles. Se están organizando colectas de ropa, alimentos y artículos de primera necesidad para ayudar a esta mujer a recuperarse de la pérdida sufrida.

"Estaba muriéndome, yo lloraba cuando ellos me llamaron por cámara y me enseñaron la tierra abriéndose y yo pensaba que mis hijos estaban dentro", expresó Yanny Florentino, reflejando el terror vivido en ese momento.

El impacto nacional de las lluvias

Estas lluvias que azotaron gran parte del territorio dominicano el fin de semana pasado no solo dejaron daños materiales, sino también pérdidas humanas. Según el reporte oficial del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), se registraron lamentablemente 25 personas fallecidas en distintos incidentes durante las torrenciales lluvias.

La situación sigue siendo crítica para muchas comunidades afectadas. El llamado a la solidaridad y la ayuda humanitaria se mantienen vigentes para quienes han perdido tanto en este desastre natural.

El relato de Yanny es un recordatorio de la fragilidad de la vida frente a la furia de la naturaleza, pero también una muestra conmovedora del poder sanador de la solidaridad humana en tiempos de crisis.