En un clamor unánime por justicia, la familia de Bismar Flores, un joven de 18 años que falleció la noche del jueves tras recibir varios impactos de bala en un incidente con agentes de la Dirección Central de Investigación (DICRIM), ha salido a las calles a exigir respuestas y esclarecimiento de los hechos. El trágico suceso tuvo lugar en el sector La Torre de Villa Altagracia, mientras Flores celebraba su cumpleaños.

Describiendo a Bismar como un joven tranquilo y trabajador, sus familiares están devastados y buscan justicia por lo que consideran una confusión fatal a manos de la policía. Según relatos de los parientes, las últimas palabras de Flores fueron un desgarrador llamado a la humanidad de sus atacantes: “Yo no soy un delincuente, no me maten”.

La comunidad de Villa Altagracia se ha visto conmocionada por este hecho, y la indignación se ha extendido rápidamente. Durante una protesta realizada en la autopista Duarte para denunciar el incidente y exigir justicia para Bismar, un menor resultó herido por una pedrada, incidente que los manifestantes atribuyen a miembros de la Policía Nacional. La familia alega además que el joven fue embestido por un vehículo antes de recibir un disparo a quemarropa en el pecho.

El caso ha resonado en diversos sectores de la sociedad, llamando la atención sobre la necesidad urgente de revisar los protocolos de actuación policial y asegurar que se respeten los derechos humanos. La demanda de justicia por parte de los familiares de Flores subraya la importancia de una investigación transparente y exhaustiva que no solo esclarezca las circunstancias de la muerte de Bismar sino que también contribuya a restaurar la confianza en las instituciones encargadas de proteger a la ciudadanía.

Hasta el momento, las autoridades no han emitido un comunicado oficial sobre el incidente. La comunidad y la familia de Flores continúan esperando respuestas y aseguran que no descansarán hasta que se haga justicia.