Todos conocemos el cólera, la bacteria que se encarga de producir esta enfermedad se aloja en el intestino de la persona que la padece, es por ello que su principal vía de contagio es la ingesta de agua o alimentos contaminados.  

Nuestra provincia, San Cristóbal, está muy vulnerable ante la presencia y rebote de esta enfermedad cuya base de contaminación es el agua, esto es debido a la gran cantidad de focos de contaminación de las aguas de nuestra ciudad, no solo la que utilizamos para beber, sino también, aquella que usamos para lavar, fregar y ducharnos. 

Los grandes focos de contaminación están ubicados en todos los sectores nuestra ciudad, las aguas están obligadas fluir por los contenes debido a la ausencia  de un sistema de alcantarillados, de esa manera las aguas llegan a las diferentes fuentes de abastecimientos de acueductos como son las cañadas, los arroyos y los ríos  que nos sirven para nuestras necesidades.

En el mercado de San Cristóbal, la situación es más preocupante aún, pues existen decenas puntos del sistema cloacal que han colapsado, convirtiéndose así en una fuente de contaminación muy expuesta, ya que los vehículos que se desplazan por las zonas cercanas mueven los excrementos de los animales y los llevan consigo a los campos de la provincia y del municipio. 

La acumulación de desperdicios en casi todos los rincones de San Cristóbal provoca que, al caer las lluvias, los ríos resulten contaminados, permitiendo así que la bacteria portadora del cólera se inserte en las aguas. 

El cólera es una enfermedad diarreica aguda que puede causar la muerte en cuestión de horas si no se trata. 

El suministro de agua potable y el saneamiento son fundamentales para prevenir y controlar la transmisión del cólera y otras enfermedades transmitidas por el agua.