El diputado Juan Julio Campos ha presentado una propuesta en la Cámara de Diputados para prohibir la venta de refrescos y bebidas gaseosas en los centros educativos, tanto públicos como privados, de República Dominicana.

La iniciativa propone restringir la venta de bebidas gaseosas en las escuelas, permitiendo exclusivamente la comercialización de agua mineral, agua potable tratada y jugos naturales en las cafeterías escolares. Esta medida está respaldada por el argumento de que los altos niveles de azúcar presentes en los refrescos pueden tener efectos perjudiciales para la salud neurológica, nerviosa y sanguínea de los niños.

Además, el proyecto contempla sanciones severas para los directores de centros educativos o cualquier persona que permita la comercialización de estos productos en las escuelas. Aquellos que incumplan la prohibición podrían enfrentar multas de 50 salarios mínimos del sector público, prisión de dos años y la destitución de sus cargos, especialmente si se trata de funcionarios públicos.

El Ministerio de Salud Pública sería responsable de supervisar y garantizar el cumplimiento de estos estándares de calidad en las bebidas que se consumen en los centros educativos.

El proyecto aún está bajo análisis en una comisión de diputados, aunque el plazo inicial para presentar el informe ya ha vencido. El equipo legislativo busca avanzar con un informe favorable antes del cierre de la actual legislatura, programado para el 12 de enero.