El uso desmedido de las tarjetas de crédito, impulsado por gastos imprevistos o celebraciones como la reciente Semana Santa, ha dejado a numerosos ciudadanos dominicanos enfrentando serias dificultades financieras. Lo que inicia como un simple recurso para afrontar pequeñas emergencias puede, en cuestión de meses, convertirse en una deuda que asfixia los presupuestos familiares.

La práctica de realizar únicamente el "pago mínimo" prometía, en apariencia, ser un alivio para quienes no podían liquidar sus balances completos. No obstante, expertos en finanzas advierten que este método solo prolonga la deuda, incrementando considerablemente el monto adeudado debido a los intereses acumulados.

De acuerdo con la Superintendencia de Bancos de la República Dominicana, más del 60% de los tarjetahabientes activos reportan saldos pendientes que superan el 50% de sus líneas de crédito, una situación que los expone a un círculo vicioso difícil de revertir sin intervención oportuna.