Cada 20 de julio, el mundo celebra el Día Mundial del Ajedrez, una fecha proclamada por la UNESCO y la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) para exaltar la relevancia de este milenario juego que combina arte, ciencia y deporte mental.

Más que una simple competencia, el ajedrez es una escuela de vida: enseña concentración, fomenta la paciencia y desarrolla la capacidad de anticiparse al adversario. Cada partida es una batalla simbólica donde reina el silencio y se cultiva la templanza. No hay azar, solo cálculo, estrategia y una lucha de ideas.

Desde los clubes barriales hasta los tableros virtuales que reúnen millones de jugadores a diario, el ajedrez continúa siendo un instrumento pedagógico y una herramienta de superación. Muchos jóvenes dominicanos han encontrado en este juego no solo disciplina, sino oportunidades académicas y crecimiento personal.