Cada 16 de mayo, el mundo detiene su paso, aunque sea brevemente, para rendir tributo a un principio universal que ha sido tantas veces postergado: la convivencia en paz. Esta fecha, proclamada en 2017 por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la resolución A/RES/72/130, busca promover valores de diálogo, tolerancia, solidaridad y respeto mutuo entre individuos y naciones.

En esencia, no se trata únicamente de celebrar una idea noble, sino de recordar que la paz social es una construcción diaria. La ONU exhorta a los Estados, las organizaciones y las comunidades a fomentar políticas educativas, culturales y sociales que erradiquen la discriminación, reduzcan la violencia y fortalezcan la inclusión. El espíritu de la jornada invita a “aceptarse mutuamente y vivir en paz siendo diferentes”, como se expresa en los principios fundacionales de esta conmemoración.

En República Dominicana, diversas instituciones educativas y comunitarias se suman a esta jornada mediante actividades simbólicas: círculos de diálogo, murales colaborativos, encuentros interreligiosos y campañas de sensibilización. Especialmente en las escuelas, se trabaja en sembrar una cultura de paz desde las primeras etapas de la vida, integrando la mediación escolar, la escucha activa y el respeto a la diversidad como herramientas cotidianas.

A nivel internacional, el Día Internacional de la Convivencia en Paz se inscribe en el marco del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 16, que promueve sociedades justas, pacíficas e inclusivas. Expertos en resolución de conflictos insisten en que no puede haber desarrollo sin paz, ni paz sin justicia. En tiempos de polarización política, violencia estructural y discursos de odio en redes sociales, el llamado a convivir en armonía se vuelve urgente.