Cada 4 de junio se conmemora el Día Mundial de la Fertilidad, una fecha dedicada a sensibilizar a la población sobre los desafíos relacionados con la infertilidad y a promover la salud reproductiva como un derecho fundamental. En un contexto donde el tema continúa siendo motivo de silencio, estigmas y juicios sociales, esta jornada busca abrir un espacio para el diálogo y la concienciación.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada seis personas en el mundo experimenta infertilidad a lo largo de su vida reproductiva, lo que representa aproximadamente un 17,5% de la población adulta. A pesar de ello, muchas parejas enfrentan esta realidad en la intimidad, sin apoyo ni orientación, debido a los prejuicios que aún imperan en la sociedad.

Especialistas afirman que la infertilidad no es un asunto exclusivamente médico, sino también social y emocional, pues afecta la autoestima, las relaciones de pareja y el bienestar psicológico de quienes la padecen. El miedo al juicio externo, especialmente en comunidades donde la maternidad o la paternidad se consideran una expectativa incuestionable, profundiza aún más el aislamiento de las personas afectadas.