El primer miércoles de mayo ha sido designado como el Día Mundial de la Salud Mental Materna, una jornada dedicada a sensibilizar al mundo sobre la importancia de la salud mental de las mujeres en estado de gestación y en el periodo posterior al parto. Esta conmemoración, aunque reciente, se erige como un recordatorio urgente de que el bienestar emocional de las madres debe ser prioritario, tanto para la familia como para las políticas públicas de salud.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada siete mujeres experimenta problemas de salud mental relacionados con el embarazo o el posparto, siendo la depresión posparto la condición más común. Estos trastornos no solo afectan la salud física y emocional de la madre, sino que también tienen repercusiones en el desarrollo y bienestar del bebé.

El apoyo emocional durante estos períodos críticos es fundamental. Especialistas en salud mental materna afirman que el acompañamiento adecuado, tanto por profesionales de la salud como por la familia, puede ser determinante en la prevención de problemas más graves, como trastornos de ansiedad, depresión y estrés postraumático.