Cada 8 de mayo, el mundo entero detiene su agitado curso para rendir tributo a una de las organizaciones humanitarias más trascendentales de la historia: el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. En esta fecha, escogida en honor al nacimiento de su fundador, Henry Dunant, se reconocen los incansables esfuerzos de millones de voluntarios que, sin distinción de raza, credo o nacionalidad, socorren a la humanidad doliente.

Este día no solo celebra la compasión y el compromiso, sino que enarbola los principios que guían su acción: humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, voluntariado, unidad y universalidad. En territorios desgarrados por conflictos armados, durante desastres naturales y en medio de pandemias, los emblemas de la Cruz Roja y la Media Luna Roja ondean como señales de esperanza y alivio.

Con presencia activa en más de 190 países, su labor se materializa en hospitales de campaña, distribución de alimentos, apoyo psicosocial y acciones de protección a civiles en zonas de peligro. En la República Dominicana, la Cruz Roja Dominicana forma parte esencial de este engranaje global, asistiendo en emergencias locales y promoviendo una cultura de prevención y resiliencia comunitaria.