Sin duda este mes ha iniciado fuerte para algunas localidades, incluyendo Turquía y Siria luego de que este lunes se registraran dos fuertes terremotos en los que perdieron la vida más de 3.700 personas.

La cifra de heridos asciende a un total de al menos 14.000 habitantes entre ambos países y prevé que el número de víctimas irá aumentando a medida en que se vayan desarrollando las labores de rescate. 

El primer movimiento telúrico, de magnitud 7.8, se produjo a las 4:17 de la madrugada de este lunes, el mismo trajo consigo miles de edificios derrumbados en ciudades densamente pobladas. Tras este se registraron 42 réplicas y un segundo temblor, a las 1:25 en esa misma región, de magnitud 7,5.  

Los geólogos explican que Turquía es una zona de alta actividad sísmica, ya que allí confluyen tres placas tectónicas: la de Anatolia, la de Arabia y la de África. 

En Turquía, unos 2.834 edificios se han derrumbado, entre ellos un hospital en Iskenderun. En Ceyhan, el aeropuerto y la terminal petrolífera ha interrumpido sus operaciones, aunque las autoridades turcas han asegurado que los oleoductos que atraviesan el país no han sufrido daños.