San Cristóbal, RD. - Una peculiar demanda presentada en Barcelona, España, ha captado la atención mediática y generado intensos debates sobre los límites del consentimiento y la regulación de la vida íntima en las relaciones de pareja. María, una mujer de 32 años, acusó a su expareja, José, de violación tras este exceder por 15 minutos el horario estipulado en un contrato que ambos habían suscrito para regir sus encuentros sexuales.

El acuerdo, que inicialmente nació como una aparente broma, estipulaba encuentros íntimos de 10:30 a 10:55 p.m., respaldados incluso por alarmas programadas en dispositivos electrónicos. Según la denuncia presentada por María, la transgresión del límite horario implicó un acto sin consentimiento explícito, lo que para ella constituyó una violación a su libertad sexual.

Sin embargo, el juez a cargo del caso determinó que no existían fundamentos legales suficientes para clasificar el hecho como agresión sexual, desestimando la demanda.

En declaraciones al programa televisivo Y ahora Sonsoles, José, el acusado, narró su experiencia, describiendo cómo el contrato pasó de ser una broma a una imposición rígida en la relación. “Ella programaba alarmas con Alexa para indicarnos cuándo debíamos terminar. Pensé que era una forma de estabilidad, pero resultó un calvario”, afirmó.

El caso tuvo repercusiones devastadoras para José, quien enfrentó críticas sociales y dificultades laborales tras la denuncia. “Una compañera de trabajo me llamó violador, y tuve que explicarlo todo a mi jefe. Perdí amigos y quedé marcado por una acusación sin pruebas”, lamentó.

Ahora, el hombre considera emprender acciones legales contra María para reparar el daño moral y social que sufrió. “Las leyes tienden a proteger más a las mujeres, pero lo que viví fue una condena pública sin justificación”, aseguró.

Este caso ha abierto un debate sobre la judicialización de acuerdos privados en las relaciones, la interpretación del consentimiento y el impacto de las denuncias falsas o infundadas en la vida de los involucrados.