San Cristóbal, RD. - La modelo e influencer Carey, de 36 años, quien el año pasado capturó la atención internacional al casarse consigo misma en una ceremonia emblemática en Londres, ha presentado recientemente una solicitud de divorcio. Lo que en su momento fue aclamado como un acto audaz y revolucionario que desafiaba las normas tradicionales de las relaciones románticas, ahora culmina en una ruptura inesperada.

Carey, conocida por su enfoque en el empoderamiento y el amor propio, explicó en una entrevista que la experiencia la dejó sintiéndose más sola de lo que había anticipado. A pesar de haber asistido a terapia para fortalecer su “relación interna”, admitió que la constante autoevaluación y las presiones de este compromiso singular se volvieron abrumadoras.

“La idea de casarme conmigo misma era un símbolo de mi independencia, pero en la práctica, me llevó a una soledad emocional profunda”, confesó Carey. Durante el último año, enfrentó desafíos inesperados al intentar equilibrar su vida personal con esta singular relación, y la presión por mantener este compromiso la llevó a cuestionar su propio bienestar emocional.

La influencer afirmó que el proceso de divorcio es parte de un nuevo ciclo en su vida, en el que busca un mayor equilibrio y bienestar, sin la carga de expectativas sociales o personales.

Con este giro inesperado en la vida de Carey, el debate sobre las relaciones no convencionales y las formas alternativas de compromiso personal cobra más relevancia, cuestionando si las decisiones que desafían las normas tradicionales realmente proporcionan el bienestar emocional esperado.