Un alarmante caso ha sido reportado por médicos escoceses, quienes alertan sobre los peligros de intentar detener un estornudo después de atender a un hombre de unos 30 años en el hospital Ninewells, en Dundee, Escocia. El paciente, quien experimentaba fuertes dolores, había intentado reprimir un estornudo apretando la nariz y cerrando la boca.

Las exploraciones médicas revelaron un desgarro de 2 milímetros en la tráquea del individuo, un fenómeno que ha llevado a los profesionales de la Universidad de Dundee a advertir sobre los riesgos de retener un estornudo.

Según los médicos, al cerrar la boca y la nariz durante un estornudo, la presión en las vías respiratorias superiores puede aumentar hasta veinte veces, provocando lesiones graves como desgarros de la tráquea, rotura de tímpanos, aneurismas e incluso fracturas de costillas.

Este caso particular ha sido documentado en la revista médica BMJ Case Reports, donde se detallan las consecuencias y los peligros asociados con la contención de un estornudo.

Los exámenes médicos revelaron un crujido al tocar el cuello del paciente, indicando la falta de control de movimiento en la zona afectada.

A pesar de no requerir intervención quirúrgica, el paciente fue hospitalizado y tratado con medicamentos analgésicos y antihistamínicos. Los médicos aconsejaron evitar la actividad física intensa durante dos semanas. Cinco semanas después, se comprobó mediante exploraciones médicas que la lesión había sanado por completo.

El doctor Rasads Misirovs, autor principal del informe, destacó la importancia de permitir la liberación natural de los estornudos, ya que son un mecanismo defensivo del cuerpo para expulsar irritantes de las fosas nasales.

Este no es el único caso registrado de este tipo, con antecedentes de situaciones similares, lo que subraya la relevancia de tomar precauciones y evitar reprimir estornudos para prevenir lesiones graves en el sistema respiratorio y otras áreas del cuerpo.