A seis días del trágico suceso que sumió en luto a todo el país, las autoridades gubernamentales siguen sin proporcionar detalles concretos acerca de las causas que dieron origen a la devastadora explosión y posterior incendio en San Cristóbal. La comunidad y las víctimas se aferran a sus propias conjeturas mientras esperan respuestas claras y veraces.

La explosión dejó un saldo de 31 vidas perdidas y más de 60 personas con heridas que varían en su gravedad, lo que da cuenta de la magnitud del evento que los residentes locales comparan con un temblor sísmico. La zona sigue acordonada por agentes de la Policía Nacional y equipos especializados registran minuciosamente los escombros donde los afectados fueron rescatados.

Mientras la incertidumbre persiste, algunos habitantes han compartido sus versiones de los hechos. “La gente siempre habla y uno saca sus propias conclusiones”, aseguró Yeni Encarnación, quien dio a conocer que las hipotesis de las personas hipótesis han ido desde que “alguien tiró una bomba, hasta que había un objeto enterrado en la tierra que por alguna razón se activó y acabó con todo”.

Los dolientes de los fallecidos y heridos siguen acudiendo a la carpa de atención psicológica establecida por el Ministerio de Salud Pública, en busca de apoyo emocional. Mientras tanto, los primeros cadáveres identificados comenzaron a ser enterrados el miércoles pasado, aunque las versiones divergentes entre los familiares en relación al proceso de entrega de los restos generan inconformidades y acusaciones de negligencia por parte del Instituto Nacional de Ciencias Forenses.

La comunidad y los afectados mantienen la esperanza de que las autoridades brinden respuestas claras y detalladas sobre las causas que llevaron a este trágico suceso, permitiendo así una comprensión más completa de lo acontecido y la posibilidad de hallar consuelo en medio de la devastación.