El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, ha confirmado el cierre total de las fronteras del país con Haití, una medida que entró en vigor a partir de las seis de la mañana de este viernes. Esta decisión es la última respuesta a la creciente disputa provocada por la construcción de un canal de desvío de las aguas del río Masacre por parte de ciudadanos haitianos, una obra que ha generado tensiones diplomáticas entre ambas naciones vecinas.

Las autoridades de ambas naciones han sostenido reuniones en un intento por resolver la crisis, pero hasta el momento no se ha logrado ningún avance significativo en las negociaciones. La situación ha llevado al presidente Abinader a tomar medidas adicionales para reforzar la seguridad en la zona fronteriza. En un gesto de determinación, el mandatario entregó vehículos blindados al Ministerio de las Fuerzas Armadas y desplegó helicópteros y más agentes del orden en la región fronteriza.

El presidente Abinader ha argumentado que la construcción del canal por parte de Haití viola el Tratado de 1929, que prohíbe el desvío del curso natural de ríos transfronterizos. Sin embargo, las autoridades haitianas han defendido su derecho a utilizar los recursos naturales que se encuentran en su territorio, argumentando que el río Masacre atraviesa una parte considerable de su país.

Además del cierre de las fronteras, el presidente Abinader ha suspendido la emisión de visados y las negociaciones con Haití hasta que se detenga la construcción del canal. Esta serie de medidas drásticas reflejan la gravedad de la situación y la firme determinación del Gobierno dominicano para proteger sus intereses y el cumplimiento de acuerdos bilaterales.

La disputa en torno al canal en el río Masacre ha generado preocupación tanto a nivel nacional como internacional, y se espera que las negociaciones diplomáticas continúen en un esfuerzo por encontrar una solución pacífica a este conflicto que afecta a ambas naciones caribeñas.