Tras el Asesinato del presidente Jovenel Moïse el pasado 7 de julio, la crisis política social y económica en Haití ha empeorado, al punto que las bandas criminales parecen tener el control del país causando desabastecimientos de combustibles, sembrando pánico y propagando robos, asesinatos y secuestros indiscriminados. A esto se le suma los disturbios, escasez de productos y la falta de servicios básicos.

A raíz de la crisis que hay en Haití, la emigración de haitianos a Republica Dominicana ha aumentado, principalmente la de embarazadas ilegales que buscan atención médica. El problema de esta situación es que miles de embarazadas haitianas han llegado al país provocando una sobrepoblación de parturientas en hospitales públicos.  En el período de enero del 2019 a octubre del 2021, el 41.8 % de las parturientas fallecidas eran haitianas, muchas de las cuales presentaron niveles de complicaciones durante la labor de parto, debido a que durante el embarazo no mantuvieron un ritmo de vigilancia de salud. Debido a esto el gobierno tomo una drástica decisión, deportar a las embarazadas haitianas a su país.

La ONU hizo un llamado a República Dominicana para que suspenda las deportaciones, ya que atentan contra los derechos humanos de la población haitiana, además de que ponen en riesgo la integridad física y la vida de estas mujeres.

La República Dominicana cuentan con trabajadores extranjeros desde hace 100 años y siempre ha habido conflicto entra las nacionales. El gobierno estima que unos 500.000 inmigrantes haitianos residen en dominicana. Una gran parte de la comunidad haitiana, que es el 5% de la población del país, no tiene permiso de residencia. Hoy en día, Haití es el país más pobre del hemisferio occidental, mientras que la República Dominicana posee una de las economías de América Latina que más rápido crece desde hace dos décadas, es por ello que los haitianos emigran hacia RD para mejorar su calidad de vida.