En el vasto entramado empresarial de la provincia de Shandong, China, una reciente disposición ha suscitado encendidos debates en torno a la injerencia corporativa en la vida personal de los empleados. La firma Shandong Shuntian Chemical Group Co. Ltd., con una plantilla que supera los 1,200 trabajadores, emitió en enero de 2024 una directriz que exigía a sus empleados solteros y divorciados, cuyas edades oscilaban entre los 28 y 58 años, contraer nupcias antes del 30 de septiembre del presente año, so pena de enfrentar medidas disciplinarias que podrían culminar en la rescisión de sus contratos laborales.

La política establecía un cronograma preciso: aquellos que no contrajeran matrimonio antes de finales de marzo debían presentar una carta de autocrítica; quienes permanecieran solteros hasta junio serían objeto de una evaluación interna; y, de persistir en su soltería hasta septiembre, enfrentarían el despido. La empresa justificó esta medida como un esfuerzo por promover valores tradicionales chinos, tales como la lealtad, la diligencia y la piedad filial, argumentando que la soltería prolongada contravenía dichos principios.

La reacción pública no se hizo esperar. Usuarios de las redes sociales chinas condenaron enérgicamente la política, tildándola de intrusiva y violatoria de los derechos individuales. Un comentarista expresó: "Las reglas corporativas no deben prevalecer sobre las leyes o la moral social", mientras que otros recordaron que la ley matrimonial china garantiza la libertad de contraer matrimonio.