Una Joven de 14 años de edad proveniente de Missouri, Estados Unidos, dio a conocer el diagnostico que le habían dado los médicos, el cual consistía en una rara alergia al agua, misma que la hace sentir como si la estuvieran bañando «con gasolina y prendiendo fuego».

Se trata de Sadie Tessmer, quien luego de haber tomado una ducha notó como su piel enrojeció, pero su madre, pensó que el malestar de su hija se debía a la temperatura del agua y semanas después tras ir al médico descubrió que la menor padecía una rara enfermedad.

Sadie Tessmer fue sometida a una serie de pruebas, las cuales determinaron que tenía urticaria acuagénica, una afección conocida como alergia al agua y que provoca erupciones en la piel ante el contacto con líquidos.

Aunque puede tomar agua, debe hacerlo con un sorbete, ya que, si llega a tocar el líquido con sus labios, le sale sarpullido en la piel.

La alergia al agua es extremadamente rara y se cree que solo 100 personas, o menos de una en 230 millones, se ven afectadas en todo el mundo.

No existe cura para la urticaria acuagénica y los expertos advierten que las erupciones pueden ser fatales si se vuelven demasiado severas.