La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una advertencia sobre la expansión de una nueva variante de COVID-19, denominada NB.1.8.1, identificada en 22 países, incluyendo Francia, Alemania, España, Reino Unido, Italia, Países Bajos, Canadá, Estados Unidos, Brasil, México, Japón, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Singapur, Filipinas, Malasia, Indonesia, Tailandia, Vietnam, India y China. Según el más reciente informe del Grupo Asesor Técnico sobre la Evolución de los Virus (TAG-VE), publicado el 23 de mayo, esta variante ha mostrado un aumento sostenido en la última etapa, aunque el riesgo actual para la salud pública sigue siendo considerado bajo.

El informe detalla que, hasta el 18 de mayo de 2025, se han identificado 518 secuencias de la variante NB.1.8.1 en estas naciones, lo que representa un 10,7% de las secuencias globales registradas en la semana epidemiológica 17 (del 21 al 27 de abril). Esta cifra marca un incremento significativo frente al 2,5% registrado cuatro semanas antes, en la semana 14 (del 31 de marzo al 6 de abril).

A pesar de este aumento, la OMS subraya que las vacunas actuales continúan siendo efectivas para prevenir casos graves y sintomáticos causados por la variante NB.1.8.1. Sin embargo, recomienda reforzar la vigilancia, ya que la evolución del virus sigue siendo dinámica.

El llamado de la OMS es claro: mantener la precaución, fortalecer los sistemas de monitoreo genómico y no bajar la guardia, aunque la amenaza inmediata sea considerada baja.