SAN CRISTÓBAL.- Es normal en nuestro país que todo quien se suma a un partido tradicional a hacer proselitismo político entienda que mostrar una identidad partidaria o por un candidato es el acumulado necesario para inmediatamente merecer un puesto público o mejor dicho un salario.

El estado ha quedado secuestrado y desvalido por el abuso cometido en su contra por la clase política y los politiqueros, se le ha exprimido  al extremo para satisfacer las ansias de los insaciables.

Entendamos de una vez y por todas que el estado Dominicano no puede contratar a todo el mundo, que por usted promover un candidato eso no obliga a que le den un nombramiento o un salario.

Los politiqueros tienen en su ADN ansias de desfalcar y de acumular y esas actitudes hay que frenarlas ya. Todos los días vemos personas involucrándose en procesos políticos diciendo "qué hay o habrá para mí?"

Cada uno de esos ciudadanos se convierte en un dictador en sí mismo, a mí hay que resolverme, yo no soy ningún pendejo, yo mato uno, yo le doy un tiro, yo hice campaña y gasté mucho dinero, todos esos enunciados se escuchan día por día en las calles, por gente que entiende como única forma de subsistencia conseguir un sueldo o un negocio con el estado.

Uno de los mayores aprendizajes que Alianza País inculca a sus miembros es que el estado no es un botín de guerra para repartirlo, por eso creo que se hace cada vez más urgente implementar desde el estado esa visión que enarbola el aliancismo, y así acabar con el tira y jala, y las embestidas violentas que se dan en la lucha entre lobos por devorar la presa que es el presupuesto del estado