La batata horneada, frecuente en la dieta tradicional dominicana, no es solo un manjar dulce y reconfortante: es también una fuente excepcional de vitamina A, vital para el buen funcionamiento de la vista, la piel y el sistema inmunológico.

Según datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), una batata mediana horneada (con piel) puede aportar más del 400 % del requerimiento diario de vitamina A en forma de betacarotenos, pigmentos naturales que el cuerpo convierte en esta vitamina esencial. Este aporte supera con creces el de muchos suplementos o productos procesados.

La vitamina A es conocida por su rol crucial en el mantenimiento de una visión saludable, especialmente en condiciones de poca luz, así como en la renovación celular de la piel. Su deficiencia puede provocar sequedad ocular, piel áspera y mayor vulnerabilidad a infecciones.

Nutricionistas recomiendan consumir la batata horneada con su piel, donde se concentran muchos de sus nutrientes, y evitar acompañamientos azucarados que resten valor a su perfil saludable. Además, al ser un alimento de bajo costo y de producción local, representa una opción ideal para combatir la desnutrición y fomentar la soberanía alimentaria.