San Cristóbal, RD. - Un estudio reciente de la Universidad de Dartmouth, Estados Unidos, ha revelado que los lazos afectivos forjados durante la etapa escolar poseen una notable capacidad para perdurar a lo largo de la vida. Los investigadores señalan que las experiencias compartidas en la infancia y adolescencia, sumadas al tiempo de calidad invertido, consolidan amistades que trascienden el paso del tiempo.

La psicóloga y coach empresarial Silvia Garduño afirma que "los amigos son la familia que elegimos", subrayando la importancia de las relaciones establecidas en el entorno escolar. Estas amistades, según Garduño, se convierten en pilares fundamentales durante el desarrollo personal y emocional de los individuos.

El estudio destaca varios factores que contribuyen a la durabilidad de estas relaciones:

• Entorno compartido: La convivencia diaria en un ambiente común facilita la creación de vínculos profundos.
• Tiempo de calidad: Las numerosas horas compartidas en actividades académicas y extracurriculares fortalecen la conexión entre compañeros.
• Apoyo mutuo: La asistencia incondicional y la confianza plena son características distintivas de estas amistades.

Además, investigaciones del antropólogo Robin Dunbar sugieren que mantener una red sólida de amistades no solo mejora la salud mental y emocional, sino que también puede incrementar la esperanza de vida. Dunbar destaca que, junto a dejar de fumar, lo mejor que podemos hacer para aumentar nuestra longevidad es tener una buena red de amigos.

Las amistades gestadas en el entorno escolar no solo enriquecen la experiencia educativa, sino que también establecen relaciones duraderas que acompañan a las personas a lo largo de su vida, aportando beneficios significativos en términos de bienestar y salud.