Una mujer ha causado revuelo en plataformas digitales tras declarar públicamente que se sometió a una rinoplastia —cirugía estética de la nariz— con la intención de que su futuro hijo heredara una “nariz más bonita”. La afirmación, tan insólita como polémica, ha generado un amplio debate sobre los límites del culto a la estética y la desinformación genética.

La protagonista de esta historia, cuya identidad se mantiene reservada por motivos de privacidad, compartió su experiencia en un video que rápidamente se viralizó. En él asegura que, al mejorar su apariencia nasal, aumentan las probabilidades de que su descendencia tenga mejores rasgos faciales. "No quiero que mi hijo sufra por una nariz fea como yo sufrí", declaró con convicción.

Sin embargo, expertos en genética y salud han aclarado que los rasgos físicos heredados no se alteran mediante cirugías estéticas, ya que estos procedimientos no modifican el ADN. La doctora Ángela Batista, genetista clínica, explicó que “la apariencia externa intervenida quirúrgicamente no incide en la herencia genética. Es un mito que debe ser desmontado”.