Es una realidad innegable: el Día de los Padres no recibe la misma atención que el Día de las Madres. Se puede observar cuando no nos esforzamos tanto en encontrarles un regalo especial o cuando las felicitaciones públicas en redes sociales son escasas. Pero, ¿por qué se le resta importancia a esta fecha?
Según el psicólogo y terapeuta familiar Josly Willmore, esto está relacionado con el tipo de crianza que se ha establecido y la poca participación de los padres en su rol dentro del sistema familiar, especialmente en países de Latinoamérica y el Caribe, como República Dominicana.
"En la crianza, se muestra una mayor cercanía con las madres debido al tiempo, la dedicación y las diferentes responsabilidades que solo ellas manejan, lo que permite a los hijos relacionarse más con ellas", explica el experto. Esto lleva a la creencia de que las madres son más importantes y, por lo tanto, "merecen más".
Otra razón por la cual se le resta importancia a la celebración de los padres es la falta de cercanía que a menudo existe entre la figura paterna y los hijos. "Cuando el papá se conforma con la posición de 'mamá se encarga de todo, así que me mantengo al margen', se crea una incomodidad en los hijos que genera una distancia emocional y una relación totalmente pasiva entre ellos", explica Willmore.
Además, se gasta menos dinero en regalos para los padres. En 2017, la Federación Nacional de Comercio Minorista de Estados Unidos estimó que se gastó un promedio de $135 por padre en su día, mientras que para el Día de las Madres los estadounidenses gastaron un estimado de $186. Esto se debe, en parte, a la percepción de que es "más difícil" elegir un regalo para los padres, ya que no suelen expresar lo que les gustaría recibir. De hecho, ellos no esperan que alguien se sienta obligado a darles un obsequio material para complacerlos.
Sin embargo, hay un cambio en curso. Según Willmore, los padres están cada vez más involucrados y preocupados por sus hijos, lo que está modificando la idea de que la figura materna es más importante que la paterna.
"Algunos padres están rompiendo con los patrones generacionales establecidos en sus familias de origen y están tomando conciencia de la importancia de generar un cambio, brindando a sus hijos la oportunidad de experimentar momentos completamente diferentes a los que ellos vivieron", afirma el psicólogo.
Esta presencia activa de los padres en la vida de sus hijos genera vínculos emocionales significativos y les brinda la oportunidad de desarrollar sensibilidad y cercanía con ellos. Es entonces cuando los hijos tratan de agradar y devolver ese amor recibido.
Es importante celebrar a los padres tanto como a las madres. Según Willmore, en su práctica profesional ha atendido a padres con episodios de ansiedad, depresión y tristeza porque, aunque tienen una relación cercana con sus hijos y desempeñan activamente su papel como padres, hay otros factores que afectan la reciprocidad de los hijos hacia ellos.
Una de las causas es la comunicación. "A veces, los hijos se sienten restringidos para ser abiertos o cercanos con sus padres. La postura de un padre que establece reglas y límites puede marcar distancia", explica Willmore, agregando que es responsabilidad del padre trabajar en la relación con sus hijos basándose en el amor y la comunicación, de modo que no haya distancia entre ellos.
Celebrar a los padres tanto como a las madres es una forma de expresarles y demostrarles agradecimiento, además de hacerles saber que su papel es tan importante como el de las madres.
"Va más allá de regalar algo material o simplemente mostrar afecto. Es la oportunidad de expresar que son igualmente importantes que las madres, sin hacer comparaciones, sino reconociendo que no hay desigualdad al momento de valorar el papel que cada uno tiene en la vida de los hijos", concluye Willmore.
