El calor puede afectar el deseo sexual de varias maneras, este se ve afectado cuando al aumentar la temperatura corporal, se reduce la libido, el impulso y puede disminuye las ganas de tener sexo.
Durante los periodos de calor intenso, es posible que la temperatura corporal de una persona aumente hasta un punto en el que el deseo sexual disminuye.
Además, el calor afecta el deseo sexual al provocar estrés y fatiga en el organismo. El estrés se ha asociado con una disminución en el deseo sexual, mientras que el cansancio puede reducir los niveles de energía y dificultar el proceso de excitación sexual. También es posible que la fatiga aumente la ansiedad y la irritabilidad, tanto de los hombres como de las mujeres, lo que puede afectar el deseo sexual.
Los cambios en la temperatura corporal debido al calor pueden hacer que una persona se sienta menos interesada en el sexo, causado por una reducción en la libido. Esto es especialmente cierto para las personas que no tienen aire acondicionado en sus hogares.
Por último, el calor intenso puede causar cambios en el humor que pueden afectar el deseo sexual. El calor puede aumentar los niveles de irritabilidad de una persona, lo que puede dificultar el contacto íntimo y su deseo sexual.
