El alargamiento de piernas es una técnica cada vez más común para aumentar la estatura. Esta técnica consiste en la aplicación quirúrgica de placas o tornillos para alargar los huesos de las piernas, lo que aumenta efectivamente la estatura de una persona.

El alargamiento de piernas es un procedimiento quirúrgico complejo y agresivo. La operación suele durar entre 6 a 12 horas según la cantidad de longitud que se desee aumentar. Al final de la cirugía el paciente estará equipado con una compleja jaula de Acero Inoxidable, que se asegurará a los huesos de las piernas mediante tornillos cada vez que se ajusten las placas. Esta jaula permitirá al médico ajustar cada vez más los huesos para conseguir el objetivo final.

El postoperatorio es estricto para asegurar una correcta recuperación y un buen resultado para el paciente. El paciente debe permanecer inmovil e inmovilizado en una posición vertical para permitir una correcta curación de los huesos. Durante los primeros meses el médico centralizará los controles para asegurar que el alargamiento está avanzando de manera correcta. Alrededor de 6 meses después de la operación el médico empezará a realizar ajustes cada vez más lentos, hasta alcanzar el objetivo establecido.

Un alargamiento quirúrgico de piernas tiene sus riesgos, incluyendo complicaciones significativas como la mala unin entre los huesos, infección habitual en cualquier operación menor, sangrado, entre otros. Por lo tanto, es esencial que la decisión de someterse a dicho procedimiento sea individualizada y tomada con criterio. Además, se requiere una operación complementaria para retirar los materiales de acero que queden desperdigados, aproximadamente uno o dos años después de la cirugía.

Finalmente, hay que tener en cuenta que el alargamiento de las piernas es una técnica que si bien aumenta la estatura, no está destinada a producir un resultado estético perfecto, y que el aumento de estatura logrado de forma quirúrgica es siempre limitado.