En recientes investigaciones, se ha puesto de manifiesto que el consumo habitual de huevos podría desempeñar un papel significativo en la preservación de la memoria y la función cognitiva durante el proceso de envejecimiento. Este alimento, rico en colina y antioxidantes como la luteína y la zeaxantina, ofrece nutrientes esenciales para la salud cerebral.​

La colina es fundamental para la síntesis de acetilcolina, un neurotransmisor implicado en la memoria y el aprendizaje. Asimismo, la luteína y la zeaxantina poseen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que protegen las neuronas del daño oxidativo.

Un estudio publicado en la revista Nutrients reveló que mujeres mayores que consumían huevos con regularidad mostraban una mejor fluidez verbal y un menor deterioro cognitivo. En contraste, no se encontraron asociaciones significativas en hombres.