Skip to main content

Estudios

Estudio revela que quejarse demasiado hace mal a la salud

Publicado: 03 Octubre 2023 |  9:48 am GMT
Quejarse, cuando se hace de manera moderada y reflexiva, puede ser una vía saludable para liberar nuestras preocupaciones

En la búsqueda constante de aliviar nuestras preocupaciones y conectarnos con otros, la queja se ha convertido en una herramienta común. Ya sea en el ámbito personal o laboral, todos hemos compartido nuestras frustraciones en un momento u otro. Sin embargo, como con cualquier cosa en la vida, la moderación es clave cuando se trata de expresar nuestras quejas.

Quejarse puede resultar terapéutico en muchas situaciones. Al compartir nuestras preocupaciones, aligeramos nuestra carga mental y, a menudo, ganamos nuevas perspectivas sobre nuestros problemas. Además, la queja puede servir como un puente para conectar con personas que comparten nuestras inquietudes o simplemente están dispuestas a escucharnos.

Sin embargo, existe un lado oscuro en la queja crónica. Un estudio revela que pasamos alrededor de siete días al año quejándonos, lo que puede tener consecuencias graves para nuestra salud física y mental. La queja crónica activa la liberación de cortisol, la hormona del estrés, debilitando nuestro sistema inmunológico y aumentando la presión arterial, lo que aumenta el riesgo de obesidad, enfermedades cardíacas y otras afecciones.

La repetición constante de nuestras quejas también puede llevar a una espiral de negatividad que se extiende a otros aspectos de la vida. Diversos estudios han concluido que esta tendencia puede desencadenar ansiedad y depresión a medida que nos quedamos atrapados en emociones negativas.

Además de los efectos perjudiciales en la salud, las quejas constantes pueden llevar a la inacción. Cuando dedicamos demasiado tiempo a lamentarnos, a menudo no hacemos nada para resolver nuestras preocupaciones. En el entorno laboral, quejarse en exceso puede ser emocionalmente agotador y tener un impacto negativo en la moral, la creatividad y la productividad. Con el tiempo, esto puede hacer que los trabajadores lleguen a odiar sus empleos, generando un ambiente tóxico en la oficina.

En resumen, la queja puede ser una herramienta útil para desahogarnos y conectar con los demás, pero debe usarse con moderación y discernimiento. Evitar quejarse en exceso sobre problemas menores y enfocarse en solucionarlos de manera proactiva es fundamental para mantener un equilibrio emocional y una salud óptima. En última instancia, la queja puede ser una espada de doble filo que, si se maneja adecuadamente, puede servir como una válvula de escape saludable, pero si se abusa de ella, puede convertirse en una trampa que nos atrapa en la negatividad y la inacción.

San Cristóbal, República Domincana

© NOTISANCRI Media Group. Todos los derechos reservados.
Subir