La denominada Justicia independiente, es una promesa de campaña del gobierno de Luis Abinader, que como muchas nacen como respuesta a demandas socio-políticas del momento. Y es que sus orígenes provienen desde el Movimiento Marcha Verde, cuando se protestaba por la falta de impunidad muy específicamente del Caso Odebrech el cual tenía participantes de todos los Partidos Políticos.

Con la llegada del PRM al gobierno y por consiguiente la designación de Miriam German, los dominicanos guardábamos la esperanza que este deseo se concretizara de la forma más objetiva posible, sin embargo, no ha sido así. Vemos un show mediático que denota el seleccionamos de los casos, los cuales apuntan únicamente a vinculados con el ex presidente Danilo Medina. Esto ha resultado que gran parte de la sociedad se expresa en contra del uso de la justicia como instrumento político que busca eliminar, oprimir, minimizar a adversarios.

Además, los diversos actos de corrupción en los 15 meses que tiene el presente gobierno, donde los casos obvios de corrupción publica se resuelven como un simple decreto de destitución y la ausencia de expedientes judiciales a tales casos, nos orientan a decir que la justicia independiente prometida, no es tal y que una cosa es decir y otra en las ejecutorias reales de este poder de Estado.