Una afirmación que ha generado revuelo en círculos médicos y sociales por igual proviene del doctor César Rivera Peña, quien asegura que las personas que no practican la masturbación tienden a morir más rápido que aquellas que la incluyen como parte de su salud íntima y emocional. La declaración, que podría parecer provocadora a primera vista, se sustenta en una creciente base de estudios científicos que vinculan la sexualidad saludable con una mayor expectativa de vida.

Según el especialista, la masturbación lejos de ser un tabú contribuye a la regulación hormonal, la reducción del estrés, el fortalecimiento del sistema inmunológico y la mejora del sueño. “Negar esta práctica natural por prejuicios culturales puede tener un impacto acumulativo sobre la salud física y emocional”, expresó.

Diversos estudios respaldan esta visión. Investigaciones publicadas en revistas médicas como The Journal of Sexual Medicine y Psychology & Health han señalado que las personas sexualmente activas —incluyendo aquellas que se masturban regularmente— presentan menores niveles de ansiedad, mejor presión arterial y mayor bienestar general.