Una reciente encuesta auspiciada por Cotton USA ha puesto sobre la mesa un tema tan íntimo como revelador: la forma en que dormimos podría incidir directamente en la calidad de nuestras relaciones de pareja.

Según los resultados del estudio, el 57% de las parejas que duermen completamente desnudas se consideran felices en su relación, frente al 48% de quienes usan pijamas y apenas un 38% entre los que optan por enterizos. Más allá de las preferencias textiles, el informe apunta a un fenómeno emocional profundo.

Stephanie Ratcliffe, experta vinculada al estudio, explicó que dormir sin ropa estimula el contacto piel con piel, lo cual activa sensaciones de cercanía, confianza y relajación. “La desnudez compartida en la cama crea un entorno de apertura emocional que fortalece los lazos afectivos”, afirmó.

El estudio también sugiere que el hábito puede mejorar la comunicación de la pareja, reducir el estrés y favorecer una vida sexual más activa, elementos clave en la percepción de bienestar conyugal.