Un reciente estudio de la Universidad de Michigan ha encendido las alarmas en el ámbito de la salud pública al revelar el impacto negativo de ciertos alimentos y bebidas ultraprocesados en la longevidad humana. Según la investigación, el consumo de una sola lata de Coca-Cola podría restar hasta 12 minutos de vida, debido a su alta concentración de azúcares añadidos, cafeína y otros compuestos que aumentan el riesgo de enfermedades crónicas.

El análisis, basado en una exhaustiva evaluación de productos de consumo masivo, también señala que otros alimentos ultraprocesados, como los hot dogs, pueden reducir aún más la expectativa de vida, con una pérdida estimada de hasta 36 minutos por porción. En contraste, la ingesta de frutas y verduras ha demostrado efectos opuestos, agregando minutos valiosos a la longevidad del consumidor.

Los expertos advierten que la combinación de ingredientes perjudiciales en estos productos, como carnes procesadas, harinas refinadas y aditivos artificiales, genera un impacto nocivo en la salud a largo plazo. La investigación sugiere que un cambio dietético estratégico, sustituyendo el 10 % de las calorías diarias provenientes de carnes procesadas por alimentos naturales, podría traducirse en un aumento de aproximadamente 48 minutos de vida por día.