Ir de compras podría ser más que un simple pasatiempo o una forma de consumo: para muchos, constituye una auténtica terapia para la felicidad. Así lo revela un análisis reciente de expertos en psicología, quienes sostienen que esta actividad cotidiana puede convertirse en una herramienta para mejorar el estado de ánimo y reducir los niveles de estrés. Según los especialistas, la llamada “terapia de compras” activa procesos neuroquímicos que estimulan la liberación de hormonas como la dopamina y la serotonina, vinculadas directamente a sensaciones de placer y bienestar.

La psicóloga clínica María Teresa Guerrero, en entrevista para NOTISANCRI, explica que "ir de compras es una vía de escape emocional que muchas personas utilizan, de manera consciente o inconsciente, para sentirse mejor. Esta práctica ayuda a recuperar un sentido de control personal y otorga una gratificación instantánea ante las presiones del día a día".

El estudio señala que pequeñas acciones, como adquirir una prenda nueva o un artículo anhelado, pueden brindar una dosis de alegría que contribuye a aliviar la carga emocional. Sin embargo, los especialistas advierten sobre el peligro de caer en el consumo excesivo como única fuente de bienestar. "Es importante equilibrar esta estrategia con otras formas de manejo del estrés, como la meditación o la actividad física", puntualiza Guerrero.