Recientes estudios han arrojado luz sobre la frecuencia de las relaciones sexuales en distintos grupos etarios. Según el Instituto Kinsey, las personas de entre 18 y 29 años mantienen relaciones sexuales un promedio de 112 veces al año, lo que equivale aproximadamente a dos encuentros semanales. En contraste, aquellos que se encuentran en la franja de 30 a 39 años reportan una media de 86 encuentros sexuales anuales, es decir, cerca de 1.6 veces por semana.

Esta disminución en la frecuencia sexual con la edad puede atribuirse a múltiples factores, entre ellos cambios hormonales, responsabilidades laborales y familiares, así como el aumento del estrés cotidiano. No obstante, especialistas en salud y bienestar sugieren que la incorporación de prácticas como el yoga puede tener un impacto positivo en la calidad de vida y, potencialmente, en la salud sexual.

El yoga, una disciplina milenaria que combina posturas físicas, técnicas de respiración y meditación, ofrece beneficios que van más allá del bienestar general. Entre sus múltiples ventajas se encuentran la mejora de la flexibilidad, el fortalecimiento muscular y la corrección postural, factores que pueden influir en la confianza y el rendimiento físico. Asimismo, es ampliamente reconocido por su capacidad para reducir los niveles de estrés y ansiedad, elementos que pueden afectar tanto la libido como la satisfacción sexual.