En los últimos tiempos, se ha suscitado un debate en torno a la delimitación etaria de la juventud, con expertos sugiriendo que esta etapa vital se extiende hasta los 34 años. Esta perspectiva emerge al considerar las transformaciones socioculturales y económicas que inciden en la transición hacia la adultez plena.

Tradicionalmente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha definido a los jóvenes como individuos comprendidos entre los 15 y 24 años de edad. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) amplía este rango, situando la juventud entre los 10 y 24 años, reconociendo las variaciones en el desarrollo psicosocial y las influencias contextuales.

La socióloga estadounidense Kathleen Shaputis ha acuñado el término "Generación Peter Pan" para describir a los milénicos, caracterizados por postergar hitos tradicionales de la adultez, como el matrimonio y la independencia económica. Esta tendencia se atribuye a factores como la precariedad laboral, el elevado costo de la vivienda y la prolongada dependencia familiar.