Un reciente estudio de la Universidad de Montreal ha arrojado un hallazgo curioso pero revelador: las parejas con una vida sexual activa y satisfactoria tienden a discutir más… pero también se reconcilian más rápido. Lejos de ser contradictorio, el informe sugiere que la intimidad emocional y física fortalece el vínculo afectivo, haciendo que los conflictos no solo sean más frecuentes, sino también más fáciles de superar.

Los investigadores, tras analizar a más de 300 parejas convivientes durante un año, concluyeron que la confianza sexual estimula una mayor libertad de expresión lo cual puede generar más discusiones, pero al mismo tiempo propicia una disposición más abierta al perdón, al diálogo y al contacto afectivo posterior.

“Después de una discusión, algunas parejas necesitan hablar… otras se entienden sin palabras”, señala uno de los psicólogos a cargo del estudio, destacando que la conexión física puede actuar como un puente silencioso hacia la reconciliación.