Israel y Gaza se encuentran en medio de uno de los conflictos más intensos y mortales de los últimos años, con un saldo de decenas de muertos en las calles y un aumento vertiginoso de la violencia. Militantes palestinos lanzaron miles de cohetes hacia el centro y el sur de Israel, mientras hombres armados cruzaron las vallas fronterizas e ingresaron en comunidades israelíes.

La respuesta israelí no se hizo esperar, con aviones de combate que llevaron a cabo ataques aéreos contra objetivos en Gaza. El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, declaró en televisión: "Estamos en guerra". Muhammad Deif, líder del ala militar de Hamás, la organización militante islámica que controla Gaza, había anunciado previamente que estaban llevando a cabo una "operación" para poner fin a la violencia impune del enemigo.

La cifra de muertos en Israel a causa de los ataques de Hamás ha superado los 250, con 1.592 heridos. De estos últimos, 293 se encuentran en estado grave y 19 en estado crítico. La red de hospitales en Israel se encuentra en alerta máxima debido a la creciente demanda de atención médica.

En Gaza, la situación también es devastadora, con al menos 232 muertos y más de 1.697 heridos. La incursión de milicianos armados en suelo israelí ha sembrado el pánico en varias localidades cercanas a la Franja, donde se han reportado disparos a ciudadanos y toma de rehenes, tanto civiles como militares. Según Hamás, alrededor de 50 cautivos han sido llevados a Gaza.

Este conflicto en curso ha generado condenas a nivel internacional, llamados a un cese inmediato de la violencia y preocupación por el aumento de las tensiones en la región. La comunidad internacional insta a buscar una solución pacífica a este conflicto que ha dejado un rastro de destrucción y pérdida de vidas en ambas partes.